La tarde del viernes 9 de marzo, mientras se realizaba una fiesta de autofinanciación en Ciudad Universitaria organizada por la coordinadora de asambleas estudiantiles “Tomalafacultad” de la UCM, 30 ultraderechistas enmascarados han atacado a los allí reunidos. Una agresión brutal, planificada y a la luz del día, que se ha saldado al menos con un herido que está siendo atendido en un hospital cercano. Todos estos hechos se han dado durante una convocatoria pacífica y festiva para la recaudación de fondos para la actividad de las asambleas.
No es la primera vez que en los últimos tiempos atacan a aquellas que hacen política de forma crítica y pública: hace unos meses en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología en Somosaguas las y los estudiantes organizados sufrieron una agresión parecida, que también estuvo precedida por la criminalización de determinados medios de la derecha, que señalan incluso con nombre y apellidos a todos aquellos que defienden una universidad pública y de calidad y un futuro digno para las y los jóvenes.
En este caso, el artículo que señala quienes son los que a cara descubierta y de forma pública se dejan sus mejores horas en construir una universidad y una sociedad de todos y para todos fue publicado hace unos días en el periódico ABC, con el título “Los 10 grupos que agitan la calle”. El artículo en cuestión, que no cumplía ninguna de las reglas básicas del periodismo, comenzando por la obligación de contrastar la información con varias fuentes, reproducía un informe de la Brigada Policial de Información (la antigua brigada político social del franquismo) en el que se admite como práctica habitual que la policía utiliza los recursos públicos para espiar a los colectivos de estudiantes. Es la misma policía que apalea adolescentes en Valencia, es la misma policía que marca el objetivo utilizando incluso la palabra “enemigo” para designar a los estudiantes de instituto que protestan contra los recortes en educación: la policía señala al “enemigo”, los medios de la ultraderecha lo reproducen, y los enmascarados cogen el guante, atacando de forma violenta y cobarde a quienes dan la cara por el futuro de todas y todos.
Mientras las élites subordinan la soberanía popular a los mercados europeos, y sólo ofrecen como salida de la crisis el sacrificio de toda nuestra generación, la prensa de la derecha y la policía pagada con el dinero de todos, se dedican a estigmatizar a las y los estudiantes comprometidos que rechazan la rapiña sobre lo público y los derechos de todos, y que trabajan día a día para construir y defender la universidad y la educación públicas. Tras su criminalización, vienen las agresiones de los grupúsculos fascistas.
Han de saber que ya no hay camino de vuelta. Jamás volveremos a tener miedo. Jamás volveremos a escondernos. Que se escondan los que destruyen la educación y golpean al estudiantado. Que se escondan los que cobran por insultar a estudiantes que defienen la universidad. Que se escondan los que se lucran con la crisis y aún nos exigen austeridad. Nosotros y nosotras seguimos a cara descubierta, en complicidad con trabajadores, precarias, familias desahuciadas, pensionistas, en definitiva junto con las mayorías sociales: contra la dictadura de la deuda y los especuladores, por la democracia y el derecho a tener derechos.
El lunes se convocará una concentración y una rueda de prensa contra quienes nos controlan, quienes nos señalan mediáticamente y quienes nos agreden, solamente por reclamar democracia y defender nuestros derechos.