5/7/10

La sanidad en Sanse y Alcobendas

LA SANIDAD EN SANSE Y ALCOBENDAS

Hace mucho tiempo que se habla de los nuevos hospitales de la Comunidad de Madrid, y más en concreto sobre la atención a los pacientes y sobre la forma en la que se gestionan estos hospitales.

Desde el Colectivo Social Iskra de Alcobendas – San Sebastián De Los Reyes nos vamos a centrar en la situación del Hospital Del Norte (posteriormente llamado Hospital Infanta Sofía), pero siempre teniendo en cuenta que las condiciones, gestión y características del resto de nuevos centros hospitalarios de Madrid son las mismas o muy similares.

El elemento fundamental que permite la entrada de dinero privado en la sanidad pública es la famosa Ley 15/97 de Nuevas Formas De Gestión (aprobada en el Parlamento Estatal por PP, PSOE, PNV, CiU y CC), la cual establece que todo hospital, centro socio-sanitario o centro de salud puede ser gestionado por cualquier tipo de entidades.

Este fue el primer paso para privatizar la sanidad pública, y aún habiéndose recogido más de 500.000 firmas para la derogación de esta Ley el Gobierno sigue haciendo oídos sordos.

A partir de aquí la Comunidad De Madrid construye el Hospital Del Norte con dinero público y lo “cede” a una empresa privada (en este caso Acciona, en otros hospitales son Sacyr-Vallehermoso, Hispánica, ACS, FCC, etc.) para explotarlo durante un mínimo de 30 años.

Estas empresas procedentes del sector inmobiliario nunca antes habían tenido contacto ni experiencia en el ámbito de la sanidad. Al “cederle” la Comunidad De Madrid el hospital a estas empresas la gestión pasa a ser totalmente privada.


La estrategia del gobierno de Esperanza Aguirre para llenar y “dar buena fama” a este nuevo hospital es trasladar a los profesionales de centros públicos como La Paz e ir degradando poco a poco el núcleo y la imagen de la sanidad pública en favor de los nuevos centros de gestión privada.

Se dice que “lo público no funciona bien”, que “existen muchos problemas” y que con la ayuda de el sector empresarial se mejorará la estructura sanitaria. Comienzan las congelaciones y reducciones de plantillas (que perduran hasta día de hoy), el cierre de camas públicas, la “reordenación de efectivos” (traslados de 5000 médicos, personal de enfermería y técnicos a los centros privados), el cierre de laboratorios públicos como el de Coslada y su sustitución por el Laboratorio Central De Referencia (como no, privado).

Se mantiene a la Comunidad De Madrid como una de las comunidades con menos gasto sanitario por habitante con diferencias de hasta 300 euros con las comunidades que más gastan.

Otra “cacicada” del PP fue la eliminación de la Dirección General De Salud Pública y el Instituto De Salud Pública (¿motivos?).

Ante todos estos hechos (que repercuten tanto a trabajadorxs como a pacientes), sindicatos corporativos, CC.OO. y UGT únicamente se encargaron de firmar acuerdos y garantizar la paz social, actuando como cómplices de toda la trama de privatización.

Y ahora quieren hacer creer que apoyan a l@s trabajadorxs.

Pero, aparte de los pacientes, el sector que más se ha visto afectado por todo este proceso de privatización es el de los profesionales sanitarios (en especial el personal de enfermería y auxiliares de enfermería).

Desde hace años, los contratos fijos son inexistentes en la sanidad, se utilizan sistemáticamente contratos temporales de duración no superior a los 3 meses. A esto hay que sumarle constantes cambios de turno o de puesto dentro de un mismo centro sanitario para paliar la falta de personal en las plantillas. La consecuencia más directa que se deriva de este tipo de contratos es un aumento de la presión de trabajo y del estrés en los trabajadores, lo que conlleva una disminución en la calidad asistencial.

Otras de las consecuencias que se derivan de esta gestión privada de un hospital público son:

  • La administración y gestión privada de un hospital público no salen gratis. La Comunidad De Madrid, al no poder enfrentarse a los gastos que conllevan los hospitales construidos recientemente debe pagar un canon anual a las empresas antes citadas por hacerse cargo de ellos. En 2008 todos nosotros pagamos 18 millones de euros por la gestión del Hospital Del Norte. Dentro de 30 años habremos pagado unos 520 millones de euros.

  • El fin último de una empresa privada es siempre lucrarse. Servicios como los laboratorios, limpieza, administración de historias clínicas, mantenimiento, etc. son todos subcontratados a otras múltiples empresas. Por el contrario, en un hospital público el fin último es la atención sanitaria.

  • Repercusión directa en los pacientes. Varias publicaciones y estudios de EE.UU. y Canadá demostraron un aumento del 2% de la mortalidad en pacientes ingresados y tratados en hospitales lucrativos (Devereux, P.J., CMAJ, may 28, 2002; NEJM 1999; 341:1653; NEJM 1999;340).

  • Imposición del modelo psiquiátrico hospitalario, en contra de la atención integral comunitaria en salud mental.

  • Mayor tiempo de espera y menor tiempo de atención individual a cada paciente. El disminuir las plantillas de profesionales en los centros de gestión privada afecta directamente a estos factores.

  • Menos especialidades médicas y profesionales especialistas. Servicios médicos inexistentes en los hospitales privados que, en cambio, son fundamentales en el servicio público.

  • Todos los pacientes de alta gravedad (con procesos médico-quirúrgicos más costosos) se derivan a los hospitales principales (públicos).

  • Menor formación de los profesionales sanitarios. Al trabajar de forma temporal (normalmente no más de 3 meses seguidos), l@s trabajadorxs no tienen acceso a los cursos de formación impartidos al personal fijo.

¿Qué podemos hacer nosotr@s? Una forma de frenar este proceso privatizador y mejorar la calidad asistencial es considerar individualmente si tanto en nuestro hospital de referencia (Hospital Del Norte) como en los centros de salud de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes se dan algunos de estos casos:

  • Carencias en los servicios sanitarios.

  • Se reducen o cierran camas y/o servicios.

  • La asistencia prestada conlleva riesgos para los pacientes.

  • Recorte de plantillas, no se sustituye a l@s trabajadorxs de baja, trasladad@s, jubilad@s, etc.

  • Pobres condiciones laborales.

  • Tiempos de espera excesivos.

  • Atención a los pacientes insuficiente.

  • Altas hospitalarias prematuras.

  • Traslados entre hospitales innecesarios.

  • Etc.

Ante estos casos se debe siempre reclamar por escrito. Sin prueba escrita no hay posibilidad de obligar a mejorar la situación sanitaria.


ÁREA ÚNICA Y LIBRE ELECCIÓN

El siguiente paso en la política privatizadora del PP en la Comunidad de Madrid es la implantación de un área única de salud. Con la excusa de la libre elección de centro sanitario y de profesional de la salud se va a implantar un sistema de competitividad entre centros públicos y privados para captar a los pacientes “rentables” (con patologías agudas y transitorias que no conllevan un gran gasto para el centro) y alejar a los “no rentables” (pacientes crónicos con múltiples patologías que conllevan un alto coste).

Este mercantilismo de pacientes y centros sanitarios concluirá con la expansión y crecimiento de aquellos más rentables y el deterioro y abandono del resto (a los que acudirán los paciente menos rentables y más desfavorecidos).

Se realizarán movilizaciones forzosas de los trabajadorxs por toda la Comunidad de Madrid, aumentando aún más los traslados de personal de los hospitales públicos a los nuevos centros privados.

Los tratamientos y cuidados continuos se verán interrumpidos por el cambio de profesionales a la hora de elegir un nuevo centro. Además, el personal facultativo verá transformada su productividad fija en unos incentivos que únicamente se otorgarán si se cumplen unos objetivos específicos (como pasa en cualquier empresa privada). ¿Y qué objetivos serán esos?, los que favorezcan a reducir los costes del centro (derivar menos pacientes a especialidades médicas, realizar menos pruebas diagnósticas, reducir el número de bajas y su duración, etc.).

Desde que se anunció esta medida, los sindicatos de la mesa sectorial (CC.OO., UGT, SATSE, FEMYTS, etc.) se han dedicado a negociar cómo serán las características y la puesta en marcha del área única en vez de negarse a esta nueva forma de privatización y movilizar a l@s trabajadorxs.

La única manera de luchar contra esta medida es movilizarse (tanto pacientes como trabajadorxs) y hacer ver que la población se niega a que se juegue con su salud.


EN DEFENSA DE LO PÚBLICO

CONTRA LA PRIVATIZACIÓN DE LA SANIDAD