25/4/09

El Sahara.

Ya son nada más y nada menos que casi 34 años. 34 años desde que el Sahara pasó a
manos de Marruecos. Una falsa Marcha, la Marcha Verde, vendida en numerosas
ocasiones por la tiránica monarquía de Hassan II, y posteriormente por la de su hijo Mohamed VI, como una expresión pacífica e intencionada del pueblo marroquí para hacerse con los territorios del Sahara Occidental. Sin embargo ya es sabido que, como una más de las innumerables mentiras de la monarquía alauí, –amparada en numerosas ocasiones por los medios de comunicación

occidentales, tales como el Grupo PRISA- se escondía una sarta de bazofias. Tal es la magnitud de ello que llega a personificarse en 350 000 personas (obligadas varias de ellas cuando no eran del gobierno) aparte de los 25 000 soldados que allí se
encontraban. Deslegitimando los argumentos de que fue una voluntad del pueblo marroquí.

Aclarado este tema, un pueblo honrado y hospitalario nos sigue dando clases de proeza y de dignidad sin apenas recursos. Les daba igual la guerra, pues seguirán siendo así, sin embargo tras varios años de luchas, llegó la “paz”. Era la hora de sentarse a negociar, pero algo parece que no va bien. Ya son 18 años en lo que los disparos parecen que han acabado pero, al pueblo saharaui, no le da esa impresión. Si que es cierto que no hay una guerra declarada pero, no obstante las autoridades marroquíes siguen torturando, siguen robando recursos y los que abanderan banderas de libertad y justicia –tales como Francia y el Estado Español- siguen siendo partícipes de negocios sucios y carroñeros comprando productos extraidos de esas tierras ocupadas. A pesar de, siguen vendiendo armas a precios de risa a los alauíes, siguen disminuyendo las
ayudas, y paradójicamente ¿pretenden darnos lecciones de justicia y libertad?
Todo esto es lo que nos enseñaron la semana pasada las y los saharauis. Gracias a Conciencia Saharaui y al Frente POLISARIO se llevaron a cabo una serie de actos, conferencias y manifestaciones. Estos actos transmitieron ejemplos de lucha para lxs allí asistentes. Por ejemplo la Unión Nacional de Mujeres Saharauis estuvo explicando la gran repercusión e implicación de la mujer en la organización de las wilayas, que al
tener que acudir los hombres a la guerra, tuvieron que ser ellas quienes organizasen la vida en los campamentos con resultados fantásticos tales como la creación de escuelas y hospitales, por citar algunos ejemplos más comunes. Esto hace que no deje de sorprender, el surgimiento de lemas feministas tan fantásticos como “Mujeres por el derecho a tener derechos”, “por un Sahara con mujeres libres”, “mujeres en lucha, en rebeldía y en resistencia por una vida digna”, “la igualdad de las mujeres es una tarea impostergable para la justicia” o “sin las mujeres los derechos no son humanos” pues en los edificios públicos europeos o ya han desaparecido o simplemente nunca se crearon.
También se dio una conferencia sobre la explotación de los recursos naturales llevada a cabo por Marruecos en tierras saharauis ocupadas y ricas en fosfato, productos del mar o petróleo, donde las empresas de todos los lugares del mundo siguen comprando sin importarles su procedencia. Sin embargo, lo que tuvo gran impacto en lxs allí asistentes fue la conferencia de jóvenes, que nos transmitieron su agonía y compresión. Estxs jóvenes, dando ejemplo de vanguardia, contaron que ya están cansadxs de la situación en la que viven, que en 18 años de alto al fuego que llevan prácticamente se ha conseguido algo, con la complicidad de la comunidad internacional y debido a esto es por lo que nos hicieron entender que la negociación ya ha pasado a un segundo plano pues se acerca el tiempo de la acción. Así pues, pasó lo que pasó. Cuando nos encontrábamos frente al muro de la vergüenza marroquí –de casi 3000 Km.- un grupo de jóvenes saharauis en su mayoría, y algún europeo, cortaron la alambrada que avisa de la presencia de minas –hasta 5 millones de minas, algunas catalogadas después de que la resolución de la ONU las prohibiese- dando lenguaje a las piedras y lanzándolas contra el vergonzoso muro. El resultado: un joven de 19 años, Brahim Hussein Labeid,
tuvo que ser hospitalizado de urgencia teniendo que amputársele la pierna derecha a la altura de la rodilla. ¿La ONU? Pese a contar con ellos, no hicieron acto de presencia.

Haciendo una análisis de estos hechos, únicamente se pueden entender dentro de un clima que ya dura muchos años, más de 30. Si es cierto que se debería haber hecho caso a las autoridades del POLISARIO, pero ya están cansadxs y el único responsable de los hechos es el gobierno alauí de Marruecos que es quien reprime, tortura, ocupa tierras, roba recursos, crea muros con minas y les tiene en las zonas más áridas del
desierto. Esto es lo que nos hace entender que lxs jóvenes saharauis actuasen como actuaron y que estén dispuestxs a todo. ¿Por qué? ¡¡Porque están hartos de vivir como y donde viven!!


!!ALGÚN DÍA NOS HARÁN ENTENDER, DE NUEVO, QUÉ LAS PIEDRAS
DARÁN VOZ A LOS PUEBLOS!!
¡¡SÁHARA LIBERTAD!!