Entrevista con María Victoria Muñoz, madre de Carlos Palomino, sobre el vídeo del asesinato: "Se han dicho muchas mentiras sobre la muerte de mi hijo"
En una conversación telefónica con una periodista, la madre de Carlos Palomino, María Victoria Muñoz "Mavi", ha dicho que por lo único que se alegra que se difundan las imágenes de la agresión mortal a su hijo es "para que la sociedad sepa la verdad". Ver vídeo: http://www.lahaine.org/index.php?p=37804
"No hubo ninguna reyerta, ninguna pelea entre bandas, como se dijo en alguna ocasión", ha asegurado María Victoria, que aceptó ser la presidenta de la Asociación de Víctimas de la Violencia Fascista, Racista y Homófoba.
Y se ha tomado su nueva responsabilidad muy en serio. No quiere que le cuenten, dice, quiere ser testigo de lo que ocurre. Hace mes y medio, presenció en primera línea la manifestación de Movimiento Patriota Socialista (MPS), un grupo de ultraderecha que celebró una marcha, como siempre, autorizada por el Gobierno. Ver cobertura: http://www.lahaine.org/index.php?p=36977
Algunos de los nazis participantes gritaron cánticos como "Libertad Josué" o "Carlos, pardillo, devuélvenos el cuchillo". Al otro lado de la calle estaba la madre de Palomino. Fue en Vallecas, su barrio, que amaneció lleno de carteles con la foto de su hijo y un letrero: "Carlos, presente". "Escuché con claridad los gritos, me sentí vejada", añade.
María Victoria Muñoz no ha visto las imágenes, reconstruidas a partir de las captadas por siete cámaras de seguridad. No las quiere ver hasta el juicio. Tiene la reconstrucción en su cabeza, eso sí, y considera necesario que se difunda el vídeo de la fugaz puñalada que acabó con la vida de Carlos. "Creo que es bueno que la gente lo vea, que se conciencie y sepa lo que le pasó a mi hijo de verdad", aseguró ayer. "Yo misma pensaba difundirlo tras el juicio".
El 11 de noviembre de 2007 el joven Antifascista Carlos Palomino murió asesinado de un navajazo en el metro de Madrid. Él acudía a una manifestación y su agresor (un soldado del ejercito español, de la guardia real, nazi-fascista) también, aunque para reventarla.
Su madre no ve la tele. Pero sí ha leído todo lo que se ha escrito. Y no le gusta que a Carlos le tilden de antisistema ni que se aludiera a "peleas entre bandas" cuando Palomino murió. "Aquello me molestó mucho", explica al teléfono.
Las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del metro muestran cómo ocurrió todo.
Le apuñaló cuando entró al vagón...
En la grabación aparece el nazi-fascista Josué Estébanez, de 23 años, cuando viajaba en el metro de Madrid camino de una provocadora manifestación fascista-racista en el barrio obrero de Usera, a la que también acudía para repudiarla un grupo antifascista que esperaba en el andén. Ver cobertura: http://www.lahaine.org/index.php?p=25627
El asesino, que tenía la cabeza rapada y una sudadera de estética nazi, ve acercarse a los antifascistas y saca una navaja, se le ve excitado, preparándose para el ataque.
Al entrar en el vagón, algunos se quedaron mirando al soldado. Carlos Palomino, que lucía una gorra roja, no repara en el arma y le dice algo a Josué que responde con un navajazo directo al corazón, sin darle tiempo ni a protegerse con el brazo, una agresión de experto.
Inmediatamente el asesino coge a Carlos de la ropa y lo empuja para que pierda pié, echándolo luego fuera del vagón. En ningún momento se le ve atemorizado ante la cantidad de antifascistas que le rodeaban. Al contrario, se siente protegido por su navaja y su cargo, y en vez de huir ataca. Entrenamiento de guardia real.
Sus compañeros arroparon a Carlos, quedando el asesino en el interior del tren, que recorría demostrando impunidad. Algunos antifascistas intentaron detenerle, pero el personal de seguridad del metro media para que el nazi no dañe a más gente. Un antifascista que se acerca hasta el soldado recibe una puñalada en un pulmón, quedando también entre la vida y la muerte. Otro recibe un tajo en la muñeca.
Desde el andén, los antifascistas ven como el agresor utiliza un extintor, aprovechando la nube de polvo para huir. Poco después era alcanzado por los jóvenes que le perseguían y entregado a la policía, que aprovechó a su vez para detener a varios antifascistas.
Los servicios de emergencia municipales se negaron a acudir a socorrer a Palomino, tuvieron que ser sus propios compañeros los que subieran a buscar una camilla, bajaran con ella y subieran luego a Carlos, y para entonces poco se pudo hacer para salvar su vida.
El soldado está en prisión, a la espera del juicio que se inicia justo en estos días. "Quiero que la gente vea el vídeo para que sepan qué le pasó a mi hijo"
http://www.elpais.com/articulo/espana/Quiero/gente/vea/video/sepan/le/paso/hijo/elpepiesp/20090511elpepinac_12/Tes