Precariedad laboral, despidos libres, paro, privatizaciones de los sectores de correos, agua, transportes, educación, sanidad… jóvenes y mayores sin vivienda, cultura en forma de negocio, represión, falta de políticas sociales, engaños día sí y día también en los mass media, cierre de espacios liberados, torturas, climas extremos todos los años, pueblos oprimidos….
En consecuencia: manifestaciones, concentraciones, okupaciones, actos políticos, encierros, ayunos…Reacción: represión represión y represión.
El modelo de producción capitalista agudiza día a día las diferencias de clase y para ello
–para que la cosa no se tuerza- hay que dotarse de estructuras jurídicas, políticas e ideológicas que te permitan mantener los intereses de clase, su clase, la burguesía.
Como sucede en este modelo neoliberal cada vez más se producen hechos contradictorios que sacan a la palestra las contradicciones de este sistema, ayer pudo ser un asesinato policial, anteayer la captura de un barco y hoy ha sido una huelga de hambre. Y es que parece que los medios sensacionalistas eligen sus noticias. Hace un mes fue el Alakrana y ahora es Aminetu Haidar. Los medios de comunicación o grupos mediáticos, día a día nos plantan las noticias como si surgiesen de la nada. Si las movilizaciones obreras las cuentan como sucesos en el tiempo y no como efectos del sistema producidos por falta de empleo, despidos y precariedad debido a intereses minoritarios tampoco no es de extrañar que ahora el conflicto que nos atañe de la activista saharaui Aminetu Haidar nos lo presenten únicamente como un mal quehacer administrativo de un Estado, en este caso el español.
Con este artículo lo que queremos explicar es que lo que ha sucedido durante un mes en el Aeropuerto de Lanzarote no es una cuestión de Derechos Humanos tal y como únicamente nos lo presentan sino que es un conflicto político, un conflicto político que se deriva de los haceres del actual sistema capitalista, y que por tanto atañe a intereses económicos que dejan al pueblo saharaui viviendo durante 34 años en campamentos de refugiadxs y territorios ocupados. Para que de este modo lo puedan entender ciertos partidos y medios oportunistas que quieran sacar tajada de todo esto.
Cuando el modelo de producción capitalista ya no puede centrarse en sus fronteras sino que necesita ampliarlas es cuando en busca de nuevos territorios tratará de alcanzar sus intereses buscando materias primas, mano de obra más barata consumidores nuevos… Se produce así una fase superior del capitalismo que nos señalará Marx, el Imperialismo. Para viejos Imperios fue Latino América, para el Siglo XIX también le llegó el turno a África. Muchos pueblos lo entendieron y decidieron mediante la lucha armada lograr su independencia. Sin embargo inmediatamente después, como le sucedió a Cuba, las potencias ocupantes abandonarían esas tierras despojándoles de medios, técnicos, humanos o productivos para su desarrollo, aquí se les planteaba el dilema, optar por un “sistema de explotación capitalista que no les permita realizar la tarea nacional y universal” o “un régimen socialista basado en el principio de que el hombre es el bien más precioso que nos permitirá ir más rápidamente, más armónicamente, imposibilitando así esa caricatura de sociedad donde unos cuantos poseen todos los poderes económicos y políticos a expensas de la totalidad nacional”(Fanon, 1963)1.
El caso del Gobierno Marroquí pareció no haber elegido la segunda opción y por tanto consiguió llegar a ser el favorito de la UE auspiciado por una potencia como Francia, el Estado Español o los Estados Unidos. Por consiguiente para no producirse y dar buena imagen el gobierno moribundo franquista y sus herederos no podrían permitir el dejar los bancos de pesca, las minas de fosfato, los yacimientos de petróleo a un pueblo soberano como el saharaui y, actuando a la altura de la transición española, abandonó a los pueblos a su suerte, vendiéndolos de antemano para limpiarse las manos. No olvidemos por tanto los acuerdos tripartitos de Madrid del 14 de Noviembre de 1975, donde el gobierno español y el monarca corrupto y traidor, cede a Mauritania el sur del Sahara y a Marruecos el resto del territorio. Era de esperar de gobiernos creadores del GAL, que indultan a banqueros ladrones, ingresan en la OTAN, crean cifras de 4 millones de paradxs o encarcelan pueblos enteros…
Empieza entonces la lucha armada, el camino hacia el Socialismo donde los jefes de las tribus nómadas pocos años antes ceden al Frente POLISARIO su confianza2 para poder lograr la independencia. Si es cierto que pese a que el POLISARIO no ha reconocido aún su preferencia hacia el Socialismo se hace entender que ese es el camino, ya que se puede ver en la administración de los campamentos una educación y una sanidad gratuitas y completas,accesibles a cualquier persona, la propiedad colectiva del suelo, la redistribución equitativa de la ayuda internacional…
A esto cabe añadir toda la ayuda aportada por países como Argelia, Cuba, o Libia que en su misión internacionalista han mostrado esa faceta que el Che supo bien analizar y transmitir, que la “Solidaridad es la ternura de los pueblos” y que ha hecho posible que lxs jóvenes saharauis estén formadxs para cuando llegue el día de la independencia. “Casualmente” -por decirlo de algún modo- ningún Estado de la UE ni USA han reconocido todavía a la República Árabe Saharaui Democrática. Quepa como anécdota la fecha en la que el POLISARIO en una de las reuniones con el ejecutivo psoista de Felipe González, este último les recrimina que su amistad con Cuba marca su tendencia a la izquierda y así les compromete. Entonces el POLISARIO le contesta que si es capaz de asegurar las plazas de todxs sus estudiantes en universidades cubanas en las del Estado Español al día siguiente les envían. Cuentan que nunca hubo respuesta. Muestra de la ayuda desinteresada que aportan unos países y del lucro que quieren recibir otros.
El panorama actual no es muy esperanzador para la paz. No se sabe si el desenlace acabará tal y como señala Fanon que “la descolonización siempre es un fenómeno violento” pero lo que sí se sabe que esta situación de no guerra y no paz está cansando al pueblo saharaui llevando a épocas de intifada (como la del 2007) o creando una mentalidad de que lo “que se perdió con la guerra no se recuperará por la paz”.
1.Fanon, F. Los condenados de la Tierra. Fondo de Cultura Económica, México, 1963.
2. Gimeno, Juan Carlos. Transformaciones socioculturales de un proyecto revolucionario: la lucha del pueblo Saharaui por la liberación. Centro de Investigaciones postdoctorales. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Universidad Central de Venezuela. Caracas, 2006.
C.S. ISKRA